VIA CRUCIS EN EL COLISEO
VIERNES SANTO 2005

MEDITACIONES Y ORACIONES
DEL CARDENAL JOSEPH RATZINGER

BENEDICTO XVI

SUMO PONTÍFICE

VÍA CRUCIS ESCUELA VENECIANA – S. XVIII
CATEDRAL PADUA

UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús clavado en la
Cruz

PRIMERA ESTACIÓN
Jesús es condenado a muerte

SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús con la Cruz a cuestas

TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae por primera vez

CUARTA ESTACIÓN
Jesús se encuentra con su Madre

QUINTA ESTACIÓN
El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz

SEXTA ESTACIÓN
La Verónica enjuga el Rostro de Jesús

SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae por segunda vez

OCTAVA ESTACIÓN
Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez

DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras

UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la Cruz

DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la Cruz

DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la Cruz y entregado a su Madre

DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús es puesto en el Sepulcro


UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús clavado en la Cruz


V /. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R /. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.

V /. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R /. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

"La crucifixión" de Jesús.

Lectura del Evangelio según San Mateo 7, 37-42

Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: «Este es Jesús, el Rey de los judíos». Crucificaron con Él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban, lo injuriaban y decían meneando la cabeza: «Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz». Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban también diciendo: «A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¿No es el Rey de Israel? Que baje ahora de la Cruz y le creeremos».

MEDITACIÓN

Jesús es clavado en la Cruz. La Sábana Santa de Turín nos permite hacernos una idea de la increíble crueldad de este procedimiento. Jesús no bebió el calmante que le ofrecieron: asume conscientemente todo el dolor de la crucifixión. Su cuerpo está martirizado; se han cumplido las palabras del Salmo: «Yo soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, desprecio del pueblo» (Sal 21, 27). «Como uno ante quien se oculta el rostro, era despreciado... Y con todo eran nuestros sufrimientos los que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba» (Is 53, 3 ss). Detengámonos ante esta imagen de dolor, ante el Hijo de Dios sufriente. Mirémosle en los momentos de satisfacción y gozo, para aprender a respetar sus límites y a ver la superficialidad de todos los bienes puramente materiales. Mirémosle en los momentos de adversidad y angustia, para reconocer que precisamente así estamos cerca de Dios. Tratemos de descubrir su Rostro en aquellos que tendemos a despreciar. Ante el Señor condenado, que no quiere usar su poder para descender de la Cruz, sino que más bien soportó el sufrimiento de la Cruz hasta el final, podemos hacer aún otra reflexión. Ignacio de Antioquia, encadenado por su fe en el Señor, elogió a los cristianos de Esmirna por su fe inamovible: dice que estaban, por así decir, clavados con la carne y la sangre a la Cruz del Señor Jesucristo (1,1). Dejémonos clavar a Él, no cediendo a ninguna tentación de apartarnos, ni a las burlas que nos inducen a darle la espalda.

Altar de la Crucifixión, junto al lugar del Calvario

ORACIÓN

Señor Jesucristo, te has dejado clavar en la Cruz, aceptando la terrible crueldad de este dolor, la destrucción de tu cuerpo y de tu dignidad. Te has dejado clavar, has sufrido sin evasivas ni compromisos. Ayúdanos a no desertar ante lo que debemos hacer. A unirnos estrechamente a Ti. A desenmascarar la falsa libertad que nos quiere alejar de Ti. Ayúdanos a aceptar tu libertad «comprometida» y a encontrar en la estrecha unión contigo la verdadera libertad.

Todos:

Pater noster, qui es in cælis:
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.

Sancta mater, istud agas,
Crucifixi fige plagas
cordi meo valide.


ORACIÓN PARA IMPLORAR FAVORES

POR INTERCESIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

Oh Trinidad Santa, te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al Papa Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de Tu paternidad, la gloria de la Cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de amor. El, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo. Concédenos, por su intercesión, y si es Tu voluntad, el favor que imploramos, con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de tus santos.

Padrenuestro. Avemaría. Gloria.


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