e-Curso: SAGRADO CORAZÓN, SÍMBOLO DEL AMOR DE CRISTO

Capítulo Final

SAGRADO CORAZÓN
SÍMBOLO DEL AMOR DE CRISTO

Sagrado Corazón de Jesús
Oleo de Sebastián Gallés y Pujat S.J. (1812-1900)

MEDITACIONES Y ORACIONES DEL
SIERVO DE DIOS JUAN PABLO II 

(en el siglo Karol Wojtyla - Sumo Pontífice)

 

 

CORAZÓN DE JESÚS DELICIA DE TODOS LOS SANTOS

TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS

         

 Ángelus, 12 de noviembre de 1989

¡Queridos Hermanos y Hermanas!

1. La Iglesia se alegra hoy por la glorificación de dos de sus hijos: Inés de Bohemia y Alberto Chmielowski. Estos dos santos se van a añadir a aquella "muchedumbre inmensa" que la liturgia nos ha invitado a contemplar en la reciente solemnidad de Todos los Santos. Ante un espectáculo tan exultante sube espontáneamente a los labios la invocación de las letanías: "Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, ten misericordia de nosotros".

De la esperanza al cumplimiento, del deseo a la realización, de la tierra al Cielo: este parece ser, amadísimos hermanos y hermanas, el ritmo según el cual suceden las tres últimas invocaciones de las letanías del Sagrado Corazón. Tras las invocaciones "Salvación de los que en Ti esperan" y "Esperanza de los que en Ti mueren" las letanías concluyen dirigiéndose al Corazón de Jesús como "Delicia de todos los santos". Es ya visión del paraíso: es anotación veloz acerca de la vida del Cielo: es palabra breve que abre horizontes infinitos de bienaventuranza eterna.

2. Sobre esta tierra el discípulo de Jesús vive en la espera de alcanzar a su Maestro, en el deseo de contemplar Su Rostro, en la aspiración ardiente de vivir siempre con Él. En el Cielo, en cambio, cumplida la espera, el discípulo ya ha entrado en el gozo de su Señor (Mt 25,21.23); contempla el rostro de su Maestro, ya no transfigurado durante un solo instante (Mt 17,2; Mc 9,2; Lc 9,28), sino resplandeciente para siempre con el fulgor de la eterna luz ( Hb 1,3); vive con Jesús y de la misma vida de Jesús. La vida del cielo no es más que la fruición perfecta, indefectible e intensa, del amor de Dios - Padre, Hijo y Espíritu Santo- y no es más que la revelación total del Ser íntimo de Cristo, y la comunicación plena de la vida y del amor que brotan de Su Corazón. En el Cielo los bienaventurados ven satisfecho todo deseo, cumplida toda profecía, aplacada toda sed de felicidad, y colmada toda aspiración.

3.Por eso el Corazón de Cristo es la fuente de la vida de amor de los santos. En Cristo y por medio de Cristo los bienaventurados del Cielo son amados por el Padre, que los une a Si con el vínculo del Espíritu Santo. En Cristo y por medio de Cristo, ellos aman al Padre y a los hombres, sus hermanos, con el amor del Espíritu.

El Corazón de Cristo es el espacio vital de los bienaventurados: el lugar donde ellos permanecen en el Amor (Jn 15,9), sacando de Él gozo perenne y sin límite. La sed infinita de amor, misteriosa sed que Dios ha puesto en el Corazón divino de Cristo.
Allí se manifiesta en plenitud el Amor del Redentor hacia los hombres, necesitados de salvación; del Maestro hacia los discípulos, sedientos de verdad; del Amigo que anula las distancias y eleva a los siervos a la condición de amigos, para siempre, en todo. El intenso deseo, que sobre la tierra se manifestaba en la súplica "Ven, Señor Jesús" (Ap 22,20), ahora, en el Cielo, se transforma en visión cara a cara, en posesión tranquila, en fusión de vida: de Cristo en los bienaventurados y de los bienaventurados en Cristo.

Elevando hacia ellos la mirada del alma y contemplándolos en tomo a Cristo juntamente con su Reina, la Virgen Santísima, nosotros repetirnos hoy, con firme esperanza, la alegre invocación: "¡Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, ten misericordia de nosotros!".

LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

V Señor, ten misericordia de nosotros
R. Señor, ten misericordia de nosotros
V. Cristo, ten misericordia de nosotros
R. Cristo, ten misericordia de nosotros
V. Señor, ten misericordia de nosotros
R. Señor, ten misericordia de nosotros
V. Cristo, óyenos
R. Cristo, óyenos
V. Cristo, escúchanos
R. Cristo, escúchanos
V. Dios, Padre celestial
R. Ten misericordia de nosotros
V. Dios Hijo Redentor del mundo
R. Ten misericordia de nosotros
V. Dios Espíritu Santo
R. Ten misericordia de nosotros
V. Trinidad Santa, un solo Dios
R. Ten misericordia de nosotros

(A las siguientes invocaciones se responde: "TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS")

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, ...
Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen ...
Corazón de Jesús, Unido sustancialmente al Verbo de Dios, ...
Corazón de Jesús, Templo Santo de Dios, ...
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, ...
Corazón de Jesús, Casa de Dios y Puerta del Cielo, ...
Corazón de Jesús, Horno Ardiente de Caridad, ...
Corazón de Jesús, Santuario de Justicia y de Amor, ...
Corazón de Jesús, Lleno de Bondad y de Amor, ...
Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes,..
Corazón de Jesús, Dignísimo de toda alabanza,...
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,...
Corazón de Jesús, en Quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría...
Corazón de Jesús, en Quien reside toda la plenitud de la Divinidad,...
Corazón de Jesús, en Quien el Padre halló sus complacencias,...
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, ...
Corazón de Jesús, Deseo de los eternos collados, ...
Corazón de Jesús, Paciente y lleno de misericordia, ...
Corazón de Jesús, Generoso para todos los que te invocan,...
Corazón de Jesús, Fuente de vida y santidad,...
Corazón de Jesús, Propiciación por nuestros pecados,...
Corazón de Jesús, Saciado de oprobios,...
Corazón de Jesús, Hecho Obediente hasta la muerte, ...
Corazón de Jesús, Traspasado por una lanza,...
Corazón de Jesús, Fuente de todo consuelo,...
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra,...
Corazón de Jesús, Paz y reconciliación nuestra,...
Corazón de Jesús, Víctima por los pecadores, ...
Corazón de Jesús, Salvación de los que en ti esperan,...
Corazón de Jesús, Esperanza de los que en ti mueren, ...
Corazón de Jesús, Delicia de todos los Santos,...

Cordero de Dios,  que quitas el pecado del mundo,
- Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
- Escúchanos Señor.
Jesús Manso y Humilde de Corazón,
- Haz nuestro corazón semejante al Tuyo.

Dios Padre Misericordioso, mira el Corazón de Tu Amadísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a quienes te piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina Contigo por los siglos de los siglos. Amén.

 

Nuestra Señora del Sagrado Corazón

ACUÉRDATE

Nuestra Señora del Sagrado Corazón
de las maravillas que Dios hizo en Tí.

Te escogió como Madre de Su Hijo
a quien seguiste hasta la Cruz.
Te glorificó con Él,
escuchando con agrado
tus plegarias por todos los hombres.

Llenos de confianza en el Amor del Señor
y en Tu intercesión,
venimos Contigo a las fuentes de Su Corazón,
de donde brotan para la vida del mundo
la esperanza y el perdón, la fidelidad y la salvación.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
Tú conoces nuestras necesidades:
habla al Señor por nosotros
y por todos los hombres.

Ayúdanos a vivir en Su Amor.
Para eso alcánzanos las gracias
que te pedimos y las que necesitamos.
Tu petición de Madre es poderosa:
que Dios  responda a nuestra esperanza. Amén.
 

ORACIÓN FINAL

Dios Padre Misericordioso, ante cuya soberana presencia dedicamos a María esta oración bajo el excelso título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, derramad sobre nuestras almas vuestras más abundantes misericordias y abrasadlas en el fuego santo de la caridad, para que nuestra devoción a la Purísima Madre del Verbo hecho carne, al paso que redunde en obsequio de Aquella que es Todopoderosa en sus súplicas al Corazón de Jesús, nos alcance su maternal protección, y sea poderoso auxilio que nos conserve en el camino del bien en esta vida, fuerte escudo que nos defienda contra los ataques de los enemigos de nuestra salvación y segura esperanza de la gloria que nos está prometida

 

ORACIÓN PARA IMPLORAR FAVORES

POR INTERCESIÓN DEL SIERVO DE DIOS EL PAPA JUAN PABLO II

Oh Trinidad Santa, te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al Papa Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de Tu paternidad, la gloria de la Cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de amor. El, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo. Concédenos, por su intercesión, y si es Tu voluntad, el favor que imploramos, con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de tus santos.

Padrenuestro. Avemaría. Gloria.

Con aprobación eclesiástica

CARD. CAMILLO RUINI
Vicario General de Su Santidad
para la Diócesis de Roma


Se ruega a quienes obtengan gracias por intercesión del Siervo de Dios Juan Pablo II, las comuniquen al Postulador de la Causa, Monseñor Slawomir Oder. Vicariato di Roma. Piazza San Giovanni in Laterano 6/A 00184 ROMA . También puede enviar su testimonio por correo electrónico a la siguiente dirección: postulazione.giovannipaoloii@vicariatusurbis.org


 

 

LAS 12 PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

 Nuestro Señor a Santa Margarita María de Alacoque (*)

1) Les daré todas las gracias necesarias para su estado.
2) Pondré paz en sus familias.
3) Los consolaré en todas sus penas.
4) Seré su refugio seguro durante la vida y sobre todo en la hora de la muerte.
5) Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
6) Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la Misericordia.
7) Las almas tibias se volverán fervorosas.
8) Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.
9) Bendeciré las casas en que la imagen de Mi Sagrado Corazón sea expuesta y honrada.
10) Daré a los sacerdotes el don de tocar los corazones más endurecidos.
11) Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en Mi Corazón, y jamás será borrado de Él.
12) Yo prometo, en el exceso de la Misericordia de Mi Corazón, que Mi Amor omnipotente concederá a todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final. No morirán en desgracia, ni sin recibir los Sacramentos, y Mi Corazón será su refugio seguro en aquella última hora.

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(*) El 16 de junio de 1675 se le apareció Nuestro Señor y le mostró su Corazón a Santa Margarita María de Alacoque (religiosa en un Convento de Paray-le-Monial (Francia). Su Corazón estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de Su Corazón, salía una Cruz.  Santa Margarita  escuchó a Nuestro Señor decir: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de Amor." Con estas palabras Nuestro Señor mismo nos dice en qué consiste la devoción a Su Sagrado Corazón. La devoción en sí está dirigida a la persona de Nuestro Señor Jesucristo y a Su Amor no correspondido, representado por su Corazón. Los actos esenciales de esta devoción son: amor y reparación. Amor, por lo mucho que Él nos ama. Reparación y desagravio, por las muchas injurias que recibe sobre todo en la Sagrada Eucaristía.
 
 
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