260 (...) Estuve orando sin interrupción hasta las once y me parecía que
acababa de llegar. (...) La Virgen me dijo muchas cosas. Le ofrecí mis
votos perpetuos, sentía que yo era su niña y Ella mi Madre. No me rehusó
nada de lo que yo le había pedido.
620 María es mi Instructora que me enseña siempre
cómo vivir para Dios. Mi espíritu resplandece en Tu dulzura y humildad,
Oh María.
798 (...) Ella está siempre conmigo. Ella, como
una buena Madre, mira todas mis vivencias y mis esfuerzos.
1414 Solemnidad a la Inmaculada Concepción. Antes
de la Santa Comunión he visto a la Santísima Madre de una belleza
inconcebible. Sonriendo me dijo: "Hija Mía, por mandato de Dios,
he de ser tu Madre de modo exclusivo y especial, pero deseo que también tú
seas Mi hija de modo especial."
1097 Desde aquellos días vivo bajo el manto virginal
de la Santísima Virgen, Ella me cuida y me instruye; estoy tranquila junto
a su Inmaculado Corazón, ya que soy débil e inexperta, por eso, como una
niña me abrazo a su Corazón.
843 (...) Hoy durante la Santa Misa estuve
particularmente unida a Dios y a su Madre Inmaculada. La humildad y el
Amor de la Virgen Inmaculada penetró mi alma. Cuanto más imito a la
Santísima Virgen, tanto más profundamente conozco a Dios. ...
2.María Santísima: Madre protectora y
compañera y auxilio en el sufrimiento:
11 Cuando bajé del tren y vi que cada uno se fue por su camino, me entró
miedo: -¿Qué hacer? -¿A dónde dirigirme si no conocía a nadie? Y dije a
la Madre de Dios: María dirígeme, guíame. Inmediatamente oí en el alma
estas palabras: que saliera de la ciudad a una aldea donde pasaría una
noche tranquila. Así lo hice y encontré todo tal y como la Madre de Dios
me había dicho.
786 (...) Durante las vísperas, mientras continuaba
contemplando esta especie de mezcla del sufrimiento y de la gracia, oí la
voz de la Santísima Virgen: "Has de saber, hija mía, que a pesar de
ser elevada a la dignidad de la Madre de Dios, siete espadas dolorosas me
han traspasado el corazón. No hagas nada en tu defensa, soporta todo con
humildad, Dios mismo te defenderá."
25 Durante la noche me visitó la Madre de Dios con
el Niño Jesús en los brazos. La alegría llenó mi alma y dije: María,
Madre mía, -sabes cuánto sufro? Y la Madre de Dios me contestó: "Yo
sé cuánto sufres, pero no tengas miedo, porque yo comparto contigo tu
sufrimiento y siempre lo compartiré." Sonrió cordialmente y
desapareció...
316 Una vez me visitó la Virgen Santísima. Estaba
triste con los ojos clavados en el suelo; me dio a entender que tenía algo
que decirme, pero por otra parte me daba a conocer como si no quisiera
decírmelo. Al darme cuenta de ello, empecé a pedir a la Virgen que me lo
dijera y que volviera la mirada hacia mí. En un momento María me miró
sonriendo cordialmente y dijo: "Vas a padecer ciertos sufrimientos a
causa de una enfermedad y de los médicos, además padecerás muchos
sufrimientos por esta Imagen (de laDivina Misericordia),
pero no tengas miedo de nada." ...
805 La Inmaculada Concepción. Desde la mañana
temprana sentía la cercanía de la Virgen Santísima. Durante la Santa Misa
la vi tan resplandeciente y bella que no encuentro palabras para expresar
ni siquiera la mínima parte de su belleza. Era toda blanca, ceñida con
una faja azul, el manto también azul, la corona en su cabeza, de toda la
imagen irradiaba un resplandor inconcebible. "Soy la Reina del
cielo y de la tierra, pero especialmente la madre de su Congregación".
Me estrechó a su corazón y dijo: "Yo siempre me compadezco de ti".
Sentí la fortaleza de su Inmaculado Corazón que se transmitió a mi alma.
Ahora comprendo porque desde hace dos semanas iba preparándome a esta
fiesta y la anhelaba tanto. ...
20 (...) Vi a la Madre de Dios que visitaba a las
almas en el Purgatorio. Las almas llaman a María “La Estrella del Mar”.
Ella les trae alivio. ...
33 (...) En el séptimo día de la novena vi a la
Madre de Dios entre el Cielo y la tierra, con una túnica clara.
Rezaba con las manos juntas en el pecho, mirando hacia el Cielo. De su
Corazón salían rayos de fuego, algunos se dirigían al cielo y otros
cubrían nuestra tierra.
3. Enseñanzas espirituales de la Santísima
Virgen María a Santa Faustina:
3.1.El llamado a sus tres virtudes preferidas:
1415 (...) "Deseo, amadísima hija Mía, que te
ejercites en tres virtudes que son mis preferidas y que son las más
agradables a Dios. La primera es la humildad, humildad y todavía
una vez más humildad. La segunda virtud es la pureza. La
tercera es el amor a Dios. Siendo Mi hija tienes que resplandecer de
estas virtudes de modo especial." Tras la conversación me abrazó a su
corazón y desapareció.
3.2.El llamado a la oración:
325 (...) Poco después vi a la Virgen que era de
una belleza indescriptible y que me dijo: "Hija mía, exijo de ti
oración, oración y una vez más oración por el mundo, y especialmente por
tu patria. Durante nueve días recibe la Santa Comunión reparadora, únete
estrechamente al sacrificio de la Santa Misa. Durante estos nueve días
estarás delante de Dios como una ofrenda, en todas partes, continuamente,
en cada lugar y en cada momento, de día y de noche, cada vez que te
despiertes, ruega interiormente. Es posible orar interiormente sin
cesar".
468 (...) Luego vi a la Santísima Virgen con una
túnica blanca, un manto azul, y la cabeza descubierta, que desde el altar
se me acercó, me tocó con sus manos, me cubrió con su manto, y me dijo:
"Ofrece estos votos por Polonia. Reza por ella".
3.3.El llamado a la fidelidad en el
cumplimiento de la Voluntad de Dios:
449 5 de agosto de 1935: Fiesta de Nuestra Señora de
la Misericordia. Me preparé para esta fiesta con mayor fervor que en los
años anteriores. (...) Entonces vi a la Santísima Virgen, indeciblemente
bella, que se acercó a mí, del altar a mi reclinatorio y me abrazó y me
dijo estas palabras: "Soy Madre de todos gracias a la insondable
Misericordia de Dios. El alma más querida para mí es
aquella que cumple fielmente la Voluntad de Dios". Me dio a
entender que cumplo fielmente todos los deseos de Dios y así he encontrado
la gracia ante sus ojos.
529 (...) La Virgen Santísima me dijo aceptar todas
las exigencias de Dios como una niña pequeña sin averiguar nada, lo
contrario no agrada a Dios. ...
1244 (...) me quedé sola con la Santísima Virgen
que me instruyó sobre la Voluntad de Dios, cómo aplicarla en la vida
sometiéndome totalmente a Sus santísimos designios. "Es imposible
agradar a Dios sin cumplir Su Santa Voluntad. Hija mía, te recomiendo
encarecidamente que cumplas con fidelidad todos los deseos de Dios, porque
esto es lo más agradable a Sus santos ojos. Deseo ardientemente que te
destaques en esto, es decir en la fidelidad en cumplir la voluntad de
Dios. Esta voluntad de Dios, anteponla a todos los sacrificios y
holocaustos". Mientras la Madre celestial me hablaba, en mi alma
entraba un profundo entendimiento de la Voluntad de Dios.
3.4.El llamado a la observación de la Pasión
de Su Hijo Jesús:
561 (...) La Virgen me dijo que me comportara como Ella: a pesar de los
gozos, siempre mirara fijamente la Cruz y me dijo también que las gracias
que Dios me concedía no eran solamente para mí sino también para otras
almas.
449 (...) "Sé valiente, no tengas miedo de
los obstáculos engañosos, sino que contempla atentamente la Pasión de mi
Hijo y de este modo vencerás".
3.5.El llamado a la vida interior:
454 (...) No busco la felicidad fuera de mi
interior donde mora Dios. Gozo de Dios en mi interior, aquí vivo
continuamente con Él, aquí existe mi relación más íntima con Él, aquí vivo
con Él segura, aquí no llega la mirada humana. La Santísima Virgen me
anima a relacionarme así con Él.
785 La Santísima Virgen me ha enseñado cómo debo
prepararme para la fiesta de la Natividad del Señor. La he visto hoy sin
el Niño Jesús; me ha dicho: “Hija mía, procura ser mansa y humilde
para que Jesús que vive continuamente en tu corazón pueda descansar.
Adóralo en tu corazón, no salgas de tu interior. Te obtendré, hija mía,
la gracia de este tipo de la vida interior, que, sin abandonar tu
interior, cumplas por fuera todos tus deberes con mayor aplicación.
Permanece continuamente con Él en tu corazón, Él será tu fuerza. Mantén
el contacto con las criaturas si la necesidad y los deberes lo exigen.
Eres una morada agradable a Dios viviente, en la que Él permanece
continuamente con amor y complacencia, y la presencia viva de Dios que
sientes de modo más vivo y evidente, te confirmará, hija mía, en lo que he
dicho. Trata de comportarte así hasta el día de la Navidad, y después Él
Mismo te dará a conocer como deberás tratar con Él y unirte a Él".
3.6.El llamado a la confianza en Su hijo
Jesús.
677 Durante la Santa Misa celebrada por el Padre
Andrasz, un momento antes de la elevación, la presencia de Dios penetró mi
alma y que fue atraída hacia el altar. Luego vi a la Santísima Virgen con
el Niñito Jesús. El Niño Jesús se tenía de la mano de la Virgen; en un
momento el Niño Jesús corrió alegremente al centro del altar, y la
Santísima Virgen me dijo: "Mira, con qué tranquilidad confío a Jesús
en sus manos, así también tú debes confiar tu alma y ser como una niña
frente a Él". Después de estas palabras mi alma fue llenada de una
misteriosa confianza. La Santísima Virgen vestía una túnica blanca,
singularmente blanca, transparente, sobre la espalda tenía un manto
transparente de color del cielo, es decir como el azul, la cabeza
descubierta, el cabello suelto; espléndida e indeciblemente bella.
4.Reflexiones y vivencias en torno a la
Navidad.
840 23 de diciembre de 1936. Vivo este tiempo con
la Santísima Virgen y me preparo a este solemne momento de la venida de
Jesús. La Santísima Virgen me enseña sobre la vida interior del alma con
Jesús, especialmente en la Santa Comunión. ...
844 Sor C. (Sor Cayetana) vino por la tarde y me
llevó a casa para las fiestas. Estaba contenta de poder estar junto con
la Comunidad. Mientras atravesaba la ciudad me imaginaba que era Belén.
Al ver que toda la gente iba con prisa pensé: -Quién medita hoy este
Misterio inconcebible en el recogimiento y en silencio? Oh Virgen
purísima, Tú estas hoy de viaje y yo también estoy de viaje. Siento que
el viaje de hoy tiene su significado. Oh Virgen radiante, pura como el
cristal, toda sumergida en Dios, Te ofrezco mi vida interior, arregla todo
de manera que sea agradable a Tu Hijo; oh Madre mía, yo deseo con
muchísimo ardor que me des al pequeño Jesús durante la Misa de Medianoche.
845 (...) Después de la cena me sentía muy cansada
y doliente, tuve que acostarme, no obstante velaba con la Santísima Virgen
en espera de la venida del Niñito.
846 25 de diciembre de 1936. Misa de
Medianoche. Durante la Santa Misa la presencia de Dios me penetró por
completo. Un momento antes de la elevación vi a la Madre y al pequeño
Niño Jesús, y al viejo Abuelo (San José). La Santísima Virgen me dijo
estas palabras: Hija mía, Faustina, toma este tesoro preciosísimo, y me
dio al pequeño Jesús. ...
5.Frutos y gracias de la devoción a la Santísima Virgen María
40 (...) Durante la Santa Misa, antes de la Santa
Comunión, tuvo lugar la renovación de los votos. Al levantarnos de los
reclinatorios empezamos a repetir la fórmula de los votos y de repente, el
Señor Jesús se puso a mi lado, vestido con una túnica blanca, ceñido con
un cinturón de oro y me dijo: Te concedo el amor eterno para que tu pureza
sea intacta y para confirmar que nunca experimentarás tentaciones impuras,
Jesús se quitó el cinturón de oro y ciñó con él mis caderas. Desde
entonces no experimento ninguna turbación contraria a la virtud, ni en el
corazón ni en la mente. Después comprendí que era una de las gracias más
grandes que la Santísima Virgen María obtuvo para mí, ya que durante
muchos años le había suplicado recibirla. A partir de aquel momento tengo
mayor devoción a la Madre de Dios. Ella me ha enseñado a amar
interiormente a Dios y cómo cumplir Su santa voluntad en todo. María, Tú
eres la alegría, porque por medio de Ti, Dios descendió a la tierra y a mi
corazón.
1388 Durante una oración aprendí cuánto es agradable
a Dios el alma del Padre Andrasz. Es un verdadero hijo de Dios. En pocas
almas esta filiación de Dios se evidencia tan claramente y es porque tiene
una devoción especialísima a la Madre de Dios.
564 El día de la Inmaculada Concepción de la
Virgen. Durante la Santa Misa oí el susurro de ropas y vi a la Santísima
Virgen en un misterioso, bello resplandor. Tenía una túnica blanca con
una faja azul y me dijo: Me das una gran alegría adorando a la Santísima
Trinidad por las gracias y los privilegios que me ha concedido, y
desapareció enseguida.
1412 Con gran celo me he preparado para celebrar la
fiesta de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios. He prestado más
atención al recogimiento del espíritu y meditando sobre este privilegio
exclusivo de Ella; así que todo mi corazón se sumergía en Ella,
agradeciendo a Dios por haber concedido a María este gran privilegio.
6.Palabras de la Santísima Virgen María a las religiosas y a los
sacerdotes.
625 Por la noche, mientras rezaba, la Virgen me
dijo: Su vida (se refería a las religiosas de la Congregación de Santa
Faustina) debe ser similar a la mía, silenciosa y escondida; deben unirse
continuamente a Dios, rogar por la humanidad y preparar al mundo para la
segunda venida de Dios.
1244 15 de agosto de 1937. Durante la meditación la
presencia de Dios me penetró vivamente y conocí la alegría de la Santísima
Virgen en el momento de su Asunción... Durante ese acto que se realizó en
honor de la Santísima Virgen, al final de ese acto vi a la Santísima
Virgen que me dijo: Oh, qué grato es para mí el homenaje de su amor. Y en
ese mismo instante cubrió con su manto a todas las hermanas de nuestra
Congregación. Con la mano derecha estrechó a la Madre General Micaela y
con la izquierda a mí, y todas las hermanas estaban a Sus pies cubiertas
con su manto. Luego la Santísima Virgen dijo: Cada una que persevere
fielmente hasta la muerte en mi Congregación, evitará el fuego del
purgatorio y deseo que cada una se distinga por estas virtudes: humildad y
silencio, pureza y amor a Dios y al prójimo, compasión y misericordia.
...
330 Una vez me dijo el confesor que rogara
según su intención, y comencé una novena a la Santísima Virgen. Esa
novena consistía en rezar nueve veces la Salve Regina. Al final de la
novena vi a la Virgen con el Niño Jesús en los brazos y vi también a mi
confesor que estaba arrodillado a sus pies y hablaba con Ella. No
entendía de que hablaba con la Virgen porque estaba ocupada en hablar con
el Niño Jesús que había bajado de los brazos de la Santísima Madre y se
acercó a mí. No dejaba de admirar su belleza. Oí algunas palabras que la
Virgen le decía, pero no oí todo. Las palabras son estas: Yo soy no sólo
la Reina del Cielo, sino también la Madre de la Misericordia y tu Madre.
En ese momento extendió la mano derecha en la que tenía el manto y cubrió
con él al sacerdote. En ese instante la visión
desapareció.
1585 Una visión de la Santísima Virgen. Entre una
gran claridad vi a la Santísima Virgen con una túnica blanca, ceñida de un
cinturón de oro y unas pequeñas estrellas, también de oro, en todo el
vestido y las mangas a triángulo guarnecidas de oro. Tenía un manto de
color de zafiro, puesto ligeramente sobre los hombros, en la cabeza tenía
un velo liviano transparente, el cabello suelto, arreglado espléndidamente
y una corona de oro que terminaba en pequeñas cruces. En el brazo
izquierdo tenía al Niño Jesús. Nunca antes he visto a la Santísima Virgen
bajo este aspecto. Luego me miró con ternura y dijo: Soy la Madre de los
sacerdotes. Después puso a Jesús en el suelo, levantó la mano derecha
hacia el cielo, y dijo: Oh Dios, bendice a Polonia, bendice a los
sacerdotes. Y otra vez se dirigió a mí: Cuenta a los sacerdotes lo que
has visto. Decidí decirlo al padre (Andrasz) en la primera ocasión, pero
yo misma no logré comprender nada de esa visión.
7.Advertencia en torno al Día de la Justicia
635 (...) Entonces vi a la Santísima Virgen que
me dijo: "Oh, cuán agradable es para Dios el alma que sigue
fielmente la inspiración de Su gracia. Yo di al mundo el Salvador y tu
debes hablar al mundo de su gran misericordia y preparar al mundo para Su
segunda venida. Él vendrá, no como un Salvador Misericordioso, sino como
un Juez Justo. Oh, qué terrible es ese día. Establecido está ya es el
día de la justicia, el día de la ira divina. Los ángeles tiemblan ante
ese día. Habla a las almas de esa gran misericordia, mientras sea aún el
tiempo para conceder la misericordia. Si ahora tú callas, en aquel día
tremendo responderás por un gran número de almas. No tengas miedo de
nada, permanece fiel hasta el fin, yo te acompaño con mis sentimientos".
8.Oraciones de Santa Faustina a la Santísima
Virgen María
79 Oh María, Madre y Señora Mía. Te ofrezco mi alma
y mi cuerpo, mi vida y mi muerte y todo lo que vendrá después de ella.
Pongo todo en tus manos, oh mi Madre. Cubre mi alma con tu manto virginal
y concédeme la gracia de la pureza de corazón, alma y cuerpo. Con tu
poder defiéndeme de todo enemigo, especialmente de aquellos que esconden
su malicia bajo una máscara de virtud. Oh Espléndida Azucena, Tú eres mi
espejo, oh mi Madre.
315 Oh Madre de Dios, Tu alma estuvo sumergida en el
mar de la amargura, mira a Tu niña y enséñale a sufrir y a amar en el
sufrimiento. Fortalece mi alma, para que el dolor no la quebrante. Madre
de la gracia, enséñame a vivir en Dios.
874 Oh María, Virgen Inmaculada, tómame bajo Tu
protección más especial y custodia la pureza de mi alma, de mi corazón y
de mi cuerpo. Tú eres el modelo y la estrella de mi vida.
1306 (...) Oh Virgen purísima, pero también
humildísima, ayúdame a conquistar una profunda humildad. ...
915 Oh María, hoy una espada terrible ha traspasado
Tu santa alma. Nadie sabe de Tu sufrimiento, excepto Dios. Tu alma no se
quebranta, sino que es valiente porque está con Jesús. Dulce María, une
mi alma a Jesús, porque sólo entonces podré resistir todas las pruebas y
tribulaciones, y sólo mediante la unión con Jesús, mis pequeños
sacrificios complacerán a Dios. Dulcísima Madre, continúa enseñándome
sobre la vida interior. Que la espada del sufrimiento no me abata jamás.
Oh Virgen pura, derrama valor en mi corazón y protégelo.
1114 (...) Hoy sentí la cercanía de mi Madre, la
Madre Celestial. Antes de cada Santa Comunión, ruego fervorosamente a la
Madre de Dios que me ayude a preparar mi alma para la llegada de Su Hijo y
siento claramente su protección sobre mí. Le ruego mucho que se digne
incendiar en mí el fuego del amor divino con el (que) ardía su puro
corazón en el momento de la Encarnación del Verbo de Dios.
1413 Me he preparado (para la Fiesta de la
Inmaculada Concepción) no solamente con la novena común que hace toda la
Comunidad, sino que me he propuesto además saludarla mil veces al día,
rezando cada día en su honor mil Avemarías durante nueve días. Ya es la
tercera vez que hago esta novena a la Virgen María que consiste en rezar
mil Avemarías diarias, es decir nueve mil saludos forman toda la novena.
No obstante, aunque la he hecho ya tres veces en mi vida, y dos veces
fueron cuando cumplía mis deberes, no he perjudicado en nada mis tareas
cumpliéndolas con máxima exactitud, y además la he hecho fuera de los
ejercicios de piedad, o sea ni durante la Santa Misa, ni durante la
bendición, he rezado estas Avemarías. Una vez hice esta novena cuando
estaba en el hospital. Más hace el que quiere que el que puede. Fuera
del recreo, rezaba y trabajaba; en esos días no he pronunciado ni un sola
palabra que no fuera absolutamente necesaria, pero tengo que reconocer que
esto requiere mucha atención y esfuerzo, mas para honrar a la Inmaculada
no hay nada que sea demasiado.
9.Alabanzas de Santa Faustina a la Santísima
Virgen María
161 Oh María, Virgen Inmaculada,
Puro cristal para mi corazón,
Tú eres mi fuerza, oh ancla poderosa,
Tú eres el escudo y la defensa para el corazón débil.
Oh María, Tú eres pura e incomparable,
Virgen y Madre a la vez,
Tú eres bella como el sol, sin mancha alguna,
Nada se puede comparar con la imagen de Tu alma.
Tu belleza encantó el ojo del tres veces Santo,
Y bajó del cielo, abandonando el trono de la sede eterna,
Y tomó el cuerpo y la sangre de Tu Corazón,
Durante nueve meses escondiéndose en el Corazón de la Virgen.
Oh Madre, Virgen, nadie comprenderá,
Que el inmenso Dios se hace hombre,
Sólo por amor y por su insondable misericordia,
A través de Ti, oh Madre, viviremos con Él eternamente.
Oh María, Virgen Madre y Puerta Celestial,
A través de Ti nos ha llegado la salvación,
Todas las gracias brotan para nosotros a través de Tus manos,
Y me santificará solamente un fiel seguimiento de Ti.
Oh María, Virgen, Azucena más bella,
Tu Corazón fue el primer tabernáculo para Jesús en la tierra,
Y eso porque Tu humildad fue la más profunda,
Y por eso fuiste elevada por encima de los coros de los ángeles y de los
santos.
Oh María, dulce Madre mía,
Te entrego el alma, el cuerpo y mi pobre corazón,
Sé tú la custodia de mi vida,
Y especialmente en la hora de la muerte, en el último combate.
1232 Oh dulce Madre de Dios,
Sobre Ti modelo mi vida,
Tú eres para mí una aurora radiante,
Admirada me sumerjo toda en Ti.
Oh Madre, Virgen Inmaculada
En Ti se refleja para mí el rayo de Dios.
Tú me enseñas cómo amar a Dios entre tormentas,
Tú eres mi escudo y mi defensa contra el enemigo.